La pandemia desató una crisis económica con impacto a escala global. Muchas empresas cerraron, se perdieron millones de empleos y se redujeron los ingresos. La pandemia también aceleró los cambios en la forma de trabajar, estudiar y hacer las cosas, como por ejemplo la digitalización y el trabajo remoto. La nueva normalidad demanda el desarrollo de nuevas habilidades para generar ingresos, siendo la tecnología un pilar fundamental. Otra de las lecciones aprendidas fue la necesidad de tener educación financiera, no sólo optimizar el presupuesto familiar en términos de lo que gastamos y compramos, sino también en lo que ahorramos e invertimos, con el fin de mejorar el patrimonio.
¿Cómo se generan ingresos?
La forma tradicional de generar ingresos es a través del salario que reciben los empleados en relación de dependencia, los ingresos por prestación de servicios profesionales y las ganancias de una actividad emprendedora. También se pueden generar ingresos mediante alquileres y rentas de bienes muebles e inmuebles. Con el avance de la tecnología muchas personas están generando ingresos utilizando el Internet. Otras formas de generar ingresos son a través del ahorro y la inversión.
¿Cuál es la diferencia entre ahorrar e invertir?
La idea de ahorrar es apartar una fracción de los recursos disponibles para utilizarlo en el futuro, como por ejemplo la compra de un bien, el pago de una renta o servicio futuro. Usualmente el dinero es colocado en instrumentos líquidos como las cuentas de ahorro o depósitos a plazos. Sin embargo, en economías inflacionarias, los recursos colocados en estos instrumentos pierden valor con el tiempo. De allí que muchas personas decidan ahorrar en instrumentos que generen ingresos que permitan mantener el poder de compra.
Una de las lecciones que nos dejó la Pandemia del Covid19 fue la necesidad de aprender Eduación Financiera.
Mientras que la inversión es poner el dinero a trabajar mediante la colocación en instrumentos que ganen ganancias de capital, flujos de intereses y la reinversión de los flujos. Este es el principio en el cual descansan las estrategias de muchos inversores que han logrado amasar grandes fortunas, como, por ejemplo, del legendario Warren Buffet, quien considera que construir riqueza es como lanzar una pequeña bola de nieve desde lo alto de una colina, la cual va creciendo en la medida que va descendiendo. Para Buffet, la clave es empezar desde joven y vivir muchos años para verla crecer.
¿Cómo se puede comenzar a ahorrar?
Para comenzar es necesario hacer pequeños cambios en los hábitos de manejo del dinero. Por ejemplo, es recomendable llevar un presupuesto de finanzas personales para determinar el nivel de ingreso y los distintos usos del gasto. Cuando se gasta más de lo que se ingresa se dice que el presupuesto está en déficit, el cual se financia con préstamos personales o bancarios. Si este es el caso, el primer paso es priorizar los niveles de gastos que permita reducir la deuda y lograr un balance positivo que permita elevar la capacidad de ahorro De allí la importancia conocer los principios que rigen el manejo del dinero con la finalidad de que nos permita mejorar nuestro patrimonio.